ESTACION DEPURADORA DE AGUAS RESIDUALES
Una estación depuradora de aguas residuales (EDAR), también llamada planta de depuración, o planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) tiene el objetivo genérico de conseguir, a partir de aguas negras o mezcladas y mediante diferentes procedimientos físicos, químicos y biotecnológicos, un agua de mejores características de calidad y cantidad, tomando como base ciertas medidas normalizados.
Tratamientos convencionales.
Pretratamiento y tratamiento primario.
Los tratamientos físicos consisten fundamentalmente en separar la contaminación presente en el agua en suspensión, flotación o arrastre.
Una estación depuradora de aguas residuales (EDAR), también llamada planta de depuración, o planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) tiene el objetivo genérico de conseguir, a partir de aguas negras o mezcladas y mediante diferentes procedimientos físicos, químicos y biotecnológicos, un agua de mejores características de calidad y cantidad, tomando como base ciertas medidas normalizados.
Tratamientos convencionales.
Pretratamiento y tratamiento primario.
Los tratamientos físicos consisten fundamentalmente en separar la contaminación presente en el agua en suspensión, flotación o arrastre.
Así, nos encontramos el desbaste, para la eliminación de gruesos, trapos, compresas... el desarenado, para eliminación de arenas, granos de café... el desengrasado, para la eliminación de los sólidos y líquidos no miscibles de menor densidad que el agua. El desbaste, el desengrasado y el desarenado suelen denominarse como pretratamiento por ser el primer proceso que se realiza sobre las aguas residuales, y ser necesario para no dañar los equipos de los tratamientos posteriores.
A continuación, se realiza como tratamiento primario propiamente dicho una decantantación para la eliminación de las partículas menores de un determinado tamaño (sólidos en suspensión) no hayan podido eliminarse en el pretratamiento. Este proceso es conocido como decantación primaria.
Tratamiento secundario.
El proceso habitual de depuración, si es necesario, prosigue normalmente atacando a la fracción de la contaminación disuelta en el agua. Para ello se recurre convencionalmente a bacterias que dentro de tanques grandes, agitados y con ayuda a la oxigenación del agua, se encargan de alimentarse de esta materia orgánica disuelta, separándose posteriormente del agua mediante un nuevo proceso de decantación. Existen muchos tipos de tratamiento secundarios (fangos activos, aireación prolongada, lechos bacterianos, biodiscos...) pero el principio de funcionamiento es común.
Tratamiento terciario.
Se conoce como tratamiento terciario a todos los tratamientos físico-químicos destinados a afinar algunas características del agua efluente de la depuradora con vistas a su empleo para un determinado uso. Así hay diversos tratamientos según el objetivo, pero el más habitual es el de la higienización, destinada a eliminar la presencia de virus y gérmenes del agua (cloración, rayos UV...).
Línea de fangos.
La depuración del agua consigue extraer del agua la contaminación, a expensas de un consumo energético, pero produce los residuos, concentrados, de todo lo que el agua llevaba. Los fangos procedentes de las decantaciones reciben un tratamiento especial (espesamiento, digestión, deshidratación) hasta que son susceptibles de ser tratados como residuo sólido urbano o incinerados, o bien ser reutilizado como abono en la agricultura u otros usos.
Tratamientos especiales.
Las depuradoras generan malos olores provenientes de las fases anaerobias que aparecen a lo largo del proceso de depuración. Como soluciones preventivas se utiliza la adición de oxígeno en forma de nitrato cálcico para inhibir la aparición del H2S.
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